Con el objetivo de fomentar la resocialización y humanización, 1.200 personas privadas de la libertad de la Cárcel y Penitenciaría de Media Seguridad de Bogotá, incluyendo las unidades de Salud Mental “La Modelo” y la Cárcel para Mujeres “El Buen Pastor”, se han unido en la Semana por el Deporte y la Paz. Este evento, que integra a todos los patios del penal, busca resaltar el deporte como una poderosa herramienta para el cambio social.

A lo largo de la semana, los internos participaran en torneos de bolirana, tejo, ajedrez, parqués, fútbol y microfútbol. Estas competencias no solo fomentan la actividad física, sino que también buscan promover valores esenciales como la convivencia, la reconciliación y la prevención del delito.

En un evento inaugural, se realizó un partido simbólico de fútbol en el que se enfrentaron un equipo de personas privadas de la libertad y otro compuesto por servidores penitenciarios, personal administrativo y del Cuerpo de Custodia, en el que uno de sus integrantes fue el Director General del INPEC, Teniente Coronel Daniel Fernando Gutiérrez.

Para muchos internos, el evento ha sido una fuente de inspiración. Uno de los participantes comentó con entusiasmo: “El deporte nos ha puesto a pensar que sí es posible hacer cosas diferentes. Gracias a esta iniciativa del INPEC, nos sentimos motivados a cambiar, por nosotros y por nuestra resocialización.”

A su vez, el Coronel Gutiérrez destacó la importancia de ver a los privados de la libertad como individuos capaces de cambiar: “No se trata de aislarlos, sino de incluirlos en las iniciativas que como Sistema Penitenciario y como sociedad estamos impulsando por y para ellos”.

La Semana por el Deporte y la Paz también se destacó por una actividad especial, el “Plan Desarme”, que involucró a los 16 patios del penal, con una entrega voluntaria de armas artesanales. Claudia Nossa, Comandante Superior, señaló: “Esto se hace posible gracias a un cambio de mentalidad. Es una muestra del compromiso de las personas privadas de la libertad, que quieren vivir en paz, mejorar y resocializarse.”

El evento reafirma el papel crucial del INPEC en la construcción de entornos penitenciarios más humanos, donde el deporte no solo es una vía para mantener el cuerpo en forma, sino un puente hacia la libertad interior y la reconciliación social.

Este tipo de iniciativas demuestran que, con el apoyo adecuado, la transformación personal y social es posible, incluso dentro de los muros de una prisión. La Semana por el Deporte y la Paz continúa siendo una luz de esperanza para muchos, mostrando que el cambio es posible cuando se abre un espacio para el deporte, la paz y la reflexión.