Durante la vigencia 2025, en el marco del Convenio Interadministrativo 001 de 2022, el INPEC y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), unieron esfuerzos para fortalecer las competencias laborales de quienes se preparan para regresar a la sociedad. A través de talleres de orientación ocupacional y formación laboral, se brindaron herramientas prácticas para la búsqueda activa de empleo y la preparación en procesos de selección.

La formación para el trabajo y el desarrollo humano (ETDH) es un tipo de educación no formal que complementa, actualiza y suple conocimientos académicos y laborales, enfocada en el desarrollo de competencias para acceder al mundo laboral. Esta formación busca tanto el desarrollo de habilidades técnicas específicas (saber hacer) como la mejora integral de la persona (saber ser y saber convivir). 

En los muros del Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta Media y Mínima Seguridad de Bogotá, - COBOG, hoy se escuchan conversaciones nuevas, sobre proyectos de vida, empleabilidad, metas y futuro. Allí, 235 Personas Privadas de la Libertad (PPL) han encontrado, a través de la educación y la formación para el trabajo, una luz y esperanza que se proyecta más allá de las rejas, la posibilidad de tener las oportunidades que no se hallaron en el pasado.

Las actividades desarrolladas además de orientar sobre la elaboración de una hoja de vida, también brindó estrategias para presentarse a entrevistas laborales. Pero detrás de cada ejercicio hay un propósito más profundo, el de reconstruir la confianza, recuperar la esperanza y formar ciudadanos capaces de aportar positivamente a la sociedad.

En los espacios de formación, las temáticas abordaron desde la formulación de un proyecto de inserción laboral, hasta el fortalecimiento de habilidades blandas como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la autogestión. Estos conocimientos son claves para que, una vez recuperen su libertad, los participantes puedan enfrentar los retos del mundo laboral con mayor preparación y seguridad. Cada hoja de vida redactada, cada entrevista simulada y cada reflexión sobre el empleo o el emprendimiento, representan pasos concretos hacia una vida nueva, una vida con propósito.

Lograr este objetivo de resocialización, es el deber del INPEC y la misión que llena de satisfacción a sus servidores públicos. Al final, más que un taller o un convenio, lo que se construye en estos espacios es esperanza, la certeza de que el aprendizaje y la oportunidad pueden ser el punto de partida para reescribir la historia de quienes un día se equivocaron, pero hoy eligen cambiar.

LJRS.